Hoy, más que una celebración, el día que celebra a profesionales de la economía, es un reconocimiento a quienes hacen de la economía un instrumento al servicio del desarrollo humano y de la institucionalidad democrática. Porque en el Ministerio de Economía, la economía no solo se piensa: se hace, se siente y se transforma.
Santo Domingo, República Dominicana (julio, 2025). — En conmemoración del Día del Profesional de la Economía, este 18 de julio de 2025, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo celebra y reconoce el papel transformador de la economía como esencia institucional y eje transversal del accionar público, guiado siempre por una mirada de desarrollo sostenible, inclusivo y participativo.
Desde una visión multidisciplinaria, territorial y con enfoque de derechos, la economía se articula con las políticas públicas para fortalecer la democracia, generar bienestar y promover oportunidades reales para todas las personas.
Para este memorable día, la Dirección de Comunicaciones reúne diversas voces desde los equipos técnicos del ministerio, las cuales reflexionan sobre el rol que ejerce la economía en la construcción de una República Dominicana más equitativa, libre y resiliente.
“No se trata solo de cifras o modelos; la economía se trata de entender que detrás de cada decisión económica hay vidas, territorios y aspiraciones democráticas que se juegan el presente y el futuro de la nación”, precisa Néstor Rafael Viñals Ramírez , director de Inteligencia de Datos.
Para José David Valdez Cadet , encargado de seguimiento de la Dirección General de Cooperación Bilateral, precisa que, complementada con la cooperación internacional, las ciencias económicas construyen equidad, se fortalece la democracia y se sostiene el desarrollo que se quiere para todos y todas. Mientras que el economista Ilvin Mendoza Carrasco , coordinador del Observatorio de la Zona Fronteriza, lo reafirma desde el Observatorio de la Zona Fronteriza, al recordar que la economía permite asignar recursos con eficiencia, reducir desigualdades y consolidar la institucionalidad, pilares de una democracia estable.
En ese sentido, el director de Políticas de Desarrollo de la Zona Fronteriza, Erick Dorrejo , precisa que la clave está en lo territorial: “En cómo la economía, vista desde lo urbano y lo local, logra cerrar brechas y conectar capacidades con realidades para mejorar la calidad de vida”.
La noción del bien común emerge como guía, como lo exponen Rosaury Hernández , coordinadora de la Unidad de Gestión y Coordinación del Programa, al destacar que solo una economía centrada en las personas puede ampliar la voz ciudadana y cimentar bases sostenibles.
Derlin Núñez Suriel, especialista de Análisis Económico y Riesgo de ProTEVI, insiste en que no puede concebirse desarrollo sin libertad, ni economía separada de la democracia. Esta articulación se sostiene institucionalmente, como afirma Solendy Capellán , de la Dirección General de Inversión Pública, al reconocer el rol de los viceministerios sustantivos en la toma de decisiones estratégicas para el país.
Miradas estructurales y políticas
Bethania Vegazo Lockhart aporta una dimensión estructural: las instituciones inclusivas son imprescindibles para garantizar el bienestar y la innovación. “Aunque el crecimiento económico puede alcanzarse sin democracia, solo en sociedades con instituciones inclusivas —donde el Estado responde a la ciudadanía y garantiza derechos, inversión e innovación— se sientan las bases para un bienestar generalizado y un desarrollo sostenible”, precisa la directora de Análisis y Coordinación de la Cooperación Internacional.
La viceministra de cooperación internacional, Olaya Dotel Caraballo , recuerda que la autonomía económica es el fundamento de la libertad política. En ese sentido, Sandra Lara De Los Santos , directora General de Cooperación Multilateral, es enfática al precisar que: “Promover un desarrollo económico, sostenible e inclusivo, contribuir al bienestar, los derechos y las libertades democráticas de la ciudadanía”.
Desde distintas perspectivas, la economista Diandra Peña , analista del viceministerio de Análisis Económico y Social, y Francis Ortega Alvarado , director general de Inversión Pública, coinciden en que donde hay economistas comprometidos, florecen tanto la democracia como la prosperidad compartida. “La ciencia económica, con sus herramientas de análisis y su carácter social, es clave para comprender la realidad material y las condiciones de vida de los colectivos humanos”. Los economistas, gracias a su visión sistémica y pensamiento crítico, no solo explican esa realidad, sino que también la re-imaginan, contribuyendo así a construir las bases de una prosperidad compartida y un futuro esperanzador“.
Dos voces desde áreas estratégicas del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo coinciden en una reflexión profunda: la economía no es sustento del bienestar humano. Para Víctor Hughes , encargado de Formulación y Programación de Proyectos de Inversión Pública (PIP), la lección de la historia es clara: difícilmente se puede sostenerse una democracia sin una economía fuerte, una que funcione de forma efectiva en favor del desarrollo y la calidad de vida de la ciudadanía.
Esta afirmación resuena con la perspectiva de Peter Sánchez , encargado de articulación institucional para la Reducción del Riesgo de Desastres en la Dirección General de Riesgo y Desastre y Cambio Climático, quien sostiene que el progreso de una nación se mide por la calidad de vida de su gente, y eso solo se logra cuando la economía está al servicio del desarrollo humano y la institucionalidad democrática.
Y, como indica Nelson David Chávez , director General de Desarrollo Económico y Social (DGDES): "La economía es un pilar fundamental del desarrollo y la democracia, como medio para el logro de la estabilidad institucional, la posibilidad de invertir en el desarrollo humano, la innovación y la productividad. Es un medio para el desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible".
Más que una narrativa institucional, el equipo de profesionales del Ministerio de Economía deja claro que lejos de ser un ejercicio aislado, es el hilo que entreteje el bienestar, la cohesión social y la posibilidad de un futuro más justo.
Hoy, más que una celebración, el día que celebra a profesionales de la economía, es un reconocimiento a quienes hacen de la economía un instrumento al servicio del desarrollo humano y de la institucionalidad democrática. Porque en el Ministerio de Economía, la economía no solo se piensa: se hace, se siente y se transforma.
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