El bicarbonato de sodio sirve para todo. Se usa para cocinar los alimentos, para limpiar cualquier lugar o cosa, para la higiene personal, como cosmético y, en general, para facilitar la vida en el planeta porque además, este polvo mágico, es amigable con el medio ambiente y no contamina.
Lo ideal es tener un envase de bicarbonato en el baño, otro entre los productos de limpieza de la casa en general, otro para mantenerlo como desodorante de la nevera y otro para cocinar.
En cuanto al uso medicinal, hay que tener cautela a la hora de ingerirlo pues, como sucede con todo en la vida, en exceso, es malo.
En la higiene personal
El bicarbonato tiene varios usos para mantener la higiene personal y es uno de los productos preferidos de quienes han dejado los artículos comerciales que suelen estar cargados de tóxicos químicos.
Desodorante
Combinado con limón, no solo sirve como desodorante para el día a día, sino también para eliminar el mal olor crónico que algunas personas han adquirido en las axilas. Además, está libre de los tóxicos que contaminan el medio ambiente que contienen muchos tipos de desodorantes, en especial, los aerosoles.
Para el mal aliento
Con una cucharada de bicarbonato disuelta en agua, se hacen buches o gárgaras para eliminar el aliento que dejan ciertos alimentos como la cebolla o el ajo. También se emplea para atacar directamente la halitosis, aunque en este caso es preferible consultar primero con un especialista.
Cosmético
Exfoliante
Introducir los pies en agua caliente con una cucharada y media de bicarbonato permite someterlos a una exfoliación profunda que elimina todo tipo de durezas. Esta mezcla también sirve para exfoliar los codos, rodillas e incluso la cara.
Minimiza manchas
Una mezcla de dos limones con dos cucharadas de bicarbonato y miel ayuda a minimizar las manchas en la cara. Es una mascarilla natural que se debe usar exclusivamente de noche y por no más de 15 minutos. Lo mejor es usarla antes de dormir.
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