Por : Ramon zabala
A raíz de la muerte a manos de una patrulla de la Policía Nacional de cuatro jóvenes miembros de la banda delincuencial denominada Los Menores y otros hechos anteriores de la misma naturaleza, el presidente de la República Luis Abinader Corona se dirigió al país para anunciar drásticas medidas que frenen la ola delictiva que azota la población.
Es obvio que dichas medidas han encontrado apoyo en la sociedad independientemente al peligro de violación de derechos ciudadano que podría implicar poner los militares y policías en la calle después del presidente mandar a actuar con manos duras contra la delincuencia. Esta vez la comisión de los derechos humanos, parece guardará silencio, porque corre el riesgo de enfrentar a la ciudadanía aterrorizada por el crecimiento de inseguridad pública.
Es difícil admitir que los delincuentes actúan por falta de alimentos, u otras necesidades personales, creo más bien que hay varios factores influenciando en esa juventud, la mayoría nacida y criada en la marginalidad asombrosa de los barrios populares,
mientras las bonanzas del crecimiento económico que exhibe el banco central, gobierno tras gobierno se queda en las manos de un reducido grupo de privilegiados de la clase dominante y en el peaje que algunos políticos de turno cobran a los que les regalan los bienes del país.
Además hay que recordar cómo para implementar éste modelo económico ( Neoliberal) que se fundamenta el el libre tránsito de capitales, el la sustracción de los bienes públicos, la especulación con los artículos de consumo masivo la reducción
salarios y la especulación financiera. Se impuso un cambio de modelo económico, de agrario e industrial a servicios, zonas francas y remesas. Pero con exenciones de impuestos, bajos salarios y especulación comercial.
De manera que las causas principales de la actual ola delictiva se iniciaron con la famosa capitalización que se ejecutó en el período 1996-2000 bajo el primer gobierno de Leonel Fernández, apoyado por las demás fuerzas políticas representada en el congreso y exigido a sangre y Fuego por la comunidad internacional y esa cúpula empresarial que se lleva en las uñas las bonanzas del crecimiento económico dejando a la población pobre miseria sólo miseria y marginalidad.
0 Comentarios