El pasado fin de semana la familia Gates ha vivido un momento muy especial que ha supuesto el reencuentro de Bill y su exmujer Melinda desde que anunciasen su divorcio en junio. El motivo no ha sido otro que la boda entre su hija Jennifer y su novio, el empresario y jinete de origen egipcio, Nayel Nassar. Fue a principios de 2020 cuando anunciaron el enlace, que debido a la pandemia tuvo que ser pospuesto, un hecho que también les ha permitido organizarlo de una manera más pausada y detallada.
Como suele ser habitual, una de las mayores incógnitas residía en cómo sería el vestido elegido por la novia y que finalmente ha sido desvelado gracias a las fotografías de los paparazzi que se encontraban en las inmediaciones, ya que la pareja ha sido muy hermética con el tema y no ha mostrado imágenes oficiales de la ceremonia.
El modelo elegido lo ha firmado Vera Wang, una de las diseñadoras favoritas de las celebrities al otro lado del charco cuyo estilo se caracteriza por configurar piezas clásicas con algún toque diferenciador que hacen de ellas auténticas piezas de coleccionista. La prenda estaba configurada por una voluminosa falda con varias capas de tul que en la parte trasera incluía una ligera cola y que hacía que se viese como el de una auténtica princesa.
La parte superior era más ajustada y creaba un contraste que resaltaba la esbelta figura de la novia. Estaba compuesta por un cuerpo con escote ilusión repleto de encaje y bordados que en la parte de los hombros y los brazos se presentaba con transparencias y finalizaba con un cuello redondo.
El largo velo remataba el look y se incorporaba a la melena de Jennifer mediante un semirecogido con un cardado en la coronilla y ondas XXL que lo dotaban de un aire todavía más regio. En cuanto a los accesorios, aunque la nitidez de las instantáneas no permite que se aprecien con claridad, se observa que apostó por unos sencillos pendientes de brillantes y unos stilettos en color beige con la punta muy marcada.
En cuanto a las damas de honor, cada una tuvo libertad para elegir el corte del vestido, pero compartían un elemento común: el verde botella que además encajaba a la perfección con el entorno rural del evento.
Una boda a todo lujo
El enclave elegido ha sido la finca Wenchester Country, un regalo de Bill Gates y su esposa al graduarse en 2018 y que está valorada en 16 millones de dólares. El terreno está repleto de establos de caballos donde la pareja disfruta de su gran pasión, la hípica. Posee también una gran nave acristalada que es donde tuvo lugar el convite.
Se sabe que costó aproximadamente 2 millones de dólares y que asistieron alrededor de 300 invitados que pudieron disfrutar de la actuación de Coldplay en el cóctel, y Elton John en el baile nupcial. Además degustaron una tarta nupcial de Ladurée de ocho pisos.
0 Comentarios