Hace veinte años, con la Expo 02, Suiza se dio a conocer como un país rico, impresionante y monumental que abrazaba el futuro digital con una actitud abierta y acrítica.
Nexpo, la próxima exposición nacional suiza que se inaugurará en 2028, se enfrenta a una realidad completamente diferente.
Aunque todavía faltan siete años para la inauguración oficial de Nexpo, la próxima exposición nacional suiza, los preparativos están ya muy avanzados. Una casa tibetana en Mathon, una pequeña aldea alpina en el cantón de los Grisones (50 habitantes), ha sido la sede de uno de los eventos iniciales
Un
grupo de alrededor de 50 invitados, principalmente artistas, curadores y
arquitectos, han acompañado a los organizadores de Nexpo en una corta caminata
por las montañas.
El día terminó con una cena tibetana y un espectáculo improvisado del cantante estadounidense Mykki Blanco, quien casualmente es negro, gay y se hospeda como artista residente en la casa tibetana.
Este microcosmos global y casi utópico pretende reflejar el gran proyecto. Los jóvenes directores artísticos, Fredi Fischli y Niels Olsen, han organizado una serie de "viajes de exploración" por el país, en busca de "hitos de la Suiza del mañana, tanto los que ya existen como los nuevos"
.Estos hitos podrán formar parte de la exposición principal de 2028, que se extenderá por todo el país. El papel de las ciudades es fundamental en el nuevo concepto.
Los alcaldes de las 10 principales ciudades suizas -Basilea, Berna, Biel, Ginebra, Lausana, Lugano, Lucerna, San Galo, Winterthur y Zúrich- propusieron la iniciativa durante una reunión informal en 2016.
Al parecer, esta estructura descentralizada impregnará todo el proceso y la propia exposición final, una idea completamente distinta de la expuesta en 2002.
Algunas ciudades más pequeñas, como Coira, Neuchâtel y Aarau, ya han mostrado su interés por unirse al proyecto.Las Expo, como se llama a estas muestras nacionales con objetivos universales, son un invento del siglo XIX, aunque la primera de la que se tiene constancia, la Feria Mundial de Praga, tuvo lugar en 1791.
Sirven para mostrar los logros (nacionales) y las aspiraciones (mundiales) de un país determinado en una época concreta.Suiza celebra de media una Expo cada 25 años, desde la primera edición en 1883, en Zúrich, centrada en la importancia de la educación para el crecimiento económico.
Sin embargo, esta perspectiva progresista fue dejada de lado en las exposiciones posteriores (Ginebra 1896; Berna 1914; Zúrich 1939), que estuvieron dominadas por aspectos militares.
Los tiempos exigían entonces una cierta proyección de autosuficiencia en cuestiones de defensa, pero en la primera Expo de la posguerra, en Lausana (1964), Suiza intentó dar una imagen futurista de sí misma, mostrando una visión general de su sociedad, destacando lo que entonces se consideraba como "valores suizos".
Los resultados del proyecto Gulliver, como se denominó el experimento, no fueron los esperados y parte de este fue censurado.
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